Si tienes un gato en casa, seguro que más de una vez te has preguntado: «¿Pero exactamente qué comen los gatos para que estén sanos y felices?»

Es una duda muy normal, ¡todos queremos lo mejor para nuestros amigos de cuatro patas! Y créeme, la alimentación es la base de casi todo en su bienestar. No se trata solo de llenarles el cuenco, sino de entender qué necesitan de verdad.

Durante años, he observado y aprendido mucho sobre lo que les va bien a los gatos. Y te digo una cosa: aunque cada gato tiene sus manías, hay unas reglas de oro que funcionan.

En esta guía, te voy a contar de forma sencilla lo que he descubierto para que no cometas errores y tu gato tenga una vida larga y llena de energía. ¡Vamos a ello!

El Gato: Un Carnívoro Estricto y su Dieta Gatos Específica

Para saber bien qué comen los gatos, primero hay que entender cómo son por dentro. Los gatos, aunque vivan en un piso y duerman en el sofá, son carnívoros estrictos. Esto no es un capricho, ¡es que su cuerpo está diseñado así! Piensa que sus antepasados eran cazadores, y aunque lleven miles de años con nosotros, su sistema digestivo apenas ha cambiado.

Ellos, en la naturaleza, comen lo que cazan: ratoncitos, pájaros, algún reptil pequeño y a veces insectos o peces. Su dieta natural es pura proteína y grasa animal, y muy poquitos carbohidratos.

¿Y qué significa que sea carnívoro estricto en el día a día?

  • Necesitan mucha proteína: Es su gasolina principal y lo que les ayuda a tener músculos fuertes y a reparar sus tejidos.
  • Grasas animales son clave: Les dan energía y les ayudan a absorber vitaminas importantes. Además, ¡les encanta el sabor!
  • Hay aminoácidos que no pueden fabricar: Como la taurina o la arginina. Si no los reciben en la comida, pueden tener problemas serios. Por ejemplo, la falta de taurina puede afectarles la vista o el corazón. Yo siempre me fijo que su comida la contenga.
  • Los carbohidratos, con mucha moderación: Su cuerpo no está preparado para digerir muchos cereales, azúcares o patatas. Si comen demasiados, pueden acabar con problemas digestivos, obesidad o incluso diabetes.

Una cosa muy seria que he aprendido: un gato no debería estar más de tres días sin comer. Si esto pasa, su hígado puede dañarse gravemente (es algo que los veterinarios llaman lipidosis hepática) y puede ser mortal. Así que, si tu gato no prueba bocado, ¡alerta!

Los «Ingredientes» Clave en la Comida de tu Gato

Imagina que preparas el menú perfecto para tu gato. ¿Qué no puede faltar? Los expertos en nutrición felina, como los del Centro de Nutrición Animal Waltham, nos dicen que los gatos, por instinto, buscan comidas ricas en proteínas y grasas, y suelen evitar los carbohidratos.

1. Proteínas: El Plato Fuerte

Son lo más importante. Y tienen que ser de origen animal, como:

  • Carne: pollo, pavo, ternera, cordero, conejo.
  • Pescado: salmón, atún, caballa, pescado blanco (pero ojo con las espinas y no abuses, sobre todo del atún).
  • Huevos: siempre cocidos.
  • Vísceras: como hígado o corazón, pero en poquita cantidad porque son muy potentes en algunas vitaminas.

2. Grasas: Para Energía y Saborcito

Las grasas les dan mucha energía y hacen que la comida les guste más. Además, los ácidos grasos como el Omega-3 y Omega-6 son buenísimos para su piel, su pelo y sus defensas.

  • Pero sin pasarse: Mucha grasa igual a gato gordito, y eso trae problemas de articulaciones, corazón… Ya sabes.
  • Y si faltan, también mal: Poca grasa puede darles problemas en las encías, que las heridas no cierren bien o que tengan el pelo feo.

3. Vitaminas y Minerales: Los Pequeños Ayudantes

Si le das a tu gato una comida comercial buena, de esas que dicen «completa y equilibrada», ya vendrán incluidas. Ellos necesitan vitaminas específicas como la A y la D, que sacan de la carne.

4. Taurina y Arginina: ¡Que no Falten!

Ya te lo adelanté, son vitales. Por eso, las buenas comidas para gatos siempre las llevan añadidas. Esta es una de las grandes razones por las que un gato no debe comer comida de perro como dieta habitual.

5. Agua: ¡Tan Importante como la Comida!

Los gatos, por naturaleza, no son de beber mucha agua, porque antes la sacaban de sus presas. Por eso, es fundamental que siempre tenga agua fresca y limpia a su alcance. Darles comida húmeda también ayuda un montón a que estén bien hidratados.

¿Qué le Pongo en el Plato? Opciones para Alimentar a tu Gato

Vale, ya sabemos lo que necesitan. Ahora, ¿qué opciones tenemos para darles de comer en casa? Te cuento un poco de cada una, para que veas qué te encaja mejor:

1. Comida Seca (Pienso o Croquetas)

  • Lo bueno: Es cómoda, se guarda fácil y algunos dicen que ayuda un poco con los dientes.
  • Lo no tan bueno: Tiene poca agua, y algunos piensos llevan demasiados carbohidratos o proteínas que no son de la mejor calidad.
  • Mi consejo al elegir: Dale la vuelta al saco y lee la etiqueta. Busca que lo primero en la lista sea proteína animal (pollo, pavo…), que tenga una cantidad de grasa normalita y pocos carbohidratos. Y que ponga que lleva taurina, ¡claro!

2. Comida Húmeda (Latas o Bolsitas)

  • Lo bueno: Tiene mucha agua (genial para sus riñones y para que beban más), les suele encantar y, muchas veces, su composición se parece más a lo que comerían en la naturaleza (mucha proteína, pocos carbohidratos). Yo soy muy fan de la comida húmeda.
  • Lo no tan bueno: Puede salir más cara y, una vez abierta, hay que guardarla en la nevera y gastarla pronto.

3. Un Poco de Todo (Dieta Mixta)
Muchos veterinarios, y yo también lo creo, pensamos que combinar es una buena idea. Por ejemplo, puedes dejarle pienso durante el día y darle una o dos raciones de comida húmeda. Así tienes lo mejor de los dos mundos.

4. Comida Casera o Dieta BARF (Alimentos Crudos)
Estas opciones son más complicadas. Si te animas con la comida casera o la dieta BARF (con alimentos crudos), te digo con total sinceridad: primero, habla con un veterinario que sepa mucho de nutrición felina. Si no lo haces bien, puedes crearle a tu gato carencias o excesos de nutrientes muy serios.
Si decides darle carne cruda, un truco que he aprendido es congelarla bien antes, al menos un par de días (o más si es cerdo o pescado), para evitar sustos con parásitos.

¿Cómo sé cuál es el mejor pienso?
Para mí, un buen pienso es el que:

  • Lleva ingredientes naturales, y la carne o el pescado son lo primero que lees en la lista.
  • Si puede ser, que tenga una sola fuente de proteína animal de buena calidad.
  • Que no esté lleno de harinas de carne raras o demasiada proteína deshidratada de baja calidad.
  • Puede llevar un poquito de frutas o verduras buenas, como zanahoria o calabaza.
  • Y, por supuesto, que tenga taurina y un buen equilibrio de vitaminas y minerales.
  • Hoy en día hay opciones «sin cereales», para gatos esterilizados, o para los que tienen la piel o la tripa delicada.
  • Si está formulado o recomendado por veterinarios, ¡mejor que mejor!

¿Cuánto le doy y cada cuánto?
Esto depende mucho de su edad, su peso, si es un terremoto o más bien tranquilo, y si está esterilizado (los gatos esterilizados suelen moverse menos y engordan más fácil). Lo mejor es seguir lo que dice el fabricante en el paquete, pero también ir viendo cómo está tu gato. Como idea general:

  • Gatitos (de 5 a 40 semanas): Entre 30 y 80 gramos al día, repartidos en varias comidas.
  • Adultos (de 1 a 6 años): Entre 40 y 130 gramos al día. Si es pienso, algunos se lo dejan para que coman cuando quieran (con control), si es húmedo, en una o dos veces.
  • Mayores (más de 7 años): Suelen necesitar menos calorías, pero comida de muy buena calidad. Aquí, tu veterinario te aconsejará genial.

Alimentar a los Gatitos: Pequeños Glotones en Crecimiento

Los gatitos son un caso especial, ¡necesitan mucha energía para crecer!

  • Recién nacidos (hasta las 4 semanas): Lo único y lo mejor es la leche de su mamá. Esa primera leche, el calostro, es como una vacuna natural. Si te encuentras un gatito huérfano, ¡ojo!, nada de leche de vaca. Necesitas leche especial para gatitos que venden en tiendas. Y tendrás que darle el biberón cada muy pocas horas. ¡Es un trabajazo, pero merece la pena!
  • El destete (de 4 a 7 semanas): Cuando cumplen el mes, más o menos, puedes empezar a darles algo sólido, muy poquito a poco. Prepara una papilla con pienso de gatito bueno remojado en agua tibia o en su leche especial, o directamente comida húmeda para gatitos.
  • Comiendo solitos (desde las 6 o 7 semanas): A esta edad, ya deberían comer solos. Su comida principal puede ser pienso para gatitos, y también comida húmeda para que coman bien y crezcan fuertes.
  • Mimos y aprendizaje: En esta etapa, además de la comida, es súper importante jugar con ellos, que se acostumbren a ruidos y personas, y enseñarles a usar su cajita de arena. Un truco que a mí me daba tranquilidad era pesarlos todos los días para ver que iban cogiendo peso bien.

¡Mucho Cuidado! Alimentos Prohibidos para tu Gato

Esta parte es súper, súper importante, ¡así que apunta bien! Hay muchas comidas nuestras que para los gatos son veneno. Y no es broma. Te dejo una lista de lo que NUNCA debes darle a tu gato, por su seguridad:

  • Chocolate: Malísimo para ellos.
  • Cebolla, ajo, puerros, cebolletas: Todo lo de esta familia les puede causar anemia.
  • Uvas y pasas: Pueden dañarles los riñones seriamente.
  • Alcohol: Ni una gota, es muy tóxico.
  • Cafeína (café, té, refrescos): Les acelera mucho y es peligroso.
  • Xilitol: Es un edulcorante que está en chicles, caramelos sin azúcar y algunas cosas de repostería. ¡Mucho cuidado!
  • Leche y lácteos (en general): La mayoría de los gatos adultos no digieren bien la lactosa. Les puede dar diarrea y dolor de tripa. (Los gatitos sí, pero la de su madre o la especial para ellos).
  • Huesos cocidos: Se pueden astillar y hacerles mucho daño por dentro.
  • Carne, pescado o huevos crudos (si no los preparas bien): Pueden tener bacterias o parásitos. (Si das crudo tipo BARF, ya sabes, congelación previa y mucha higiene).
  • Comida de perro: Un trocito alguna vez no pasa nada, pero como dieta habitual no sirve, le faltan cosas esenciales como la taurina.
  • Aguacate: Tiene una sustancia, la persina, que no les sienta bien.
  • Frutos secos (especialmente las nueces de macadamia): Les pueden dar problemas.
  • Algunas plantas y flores: Hay muchas que son tóxicas, como los lirios. Si tienes plantas en casa, infórmate bien.
  • Atún enlatado para humanos (si les das mucho): Aunque les encante, si es la base de su comida, les puede faltar vitamina E y no es equilibrado. Mejor como un premio de vez en cuando, y el que viene en agua y sin sal.

Si crees que tu gato ha comido algo de esto, llama a tu veterinario INMEDIATAMENTE. No esperes.

Comida Humana que SÍ Pueden Probar (¡Como Capricho!)

A veces nos apetece compartir algo con ellos, ¿verdad? Hay algunas cositas de nuestra comida que pueden probar, pero siempre cocinadas, sin sal, sin salsas, y en trocitos muy pequeños. Piensa que es un extra, no su comida principal (no más del 10% de lo que comen al día). Por ejemplo:

  • Carne cocida: Pollo, pavo, ternera (la parte magra, sin piel ni huesos).
  • Pescado cocido: Salmón, merluza (¡sin espinas!).
  • Huevo cocido o revuelto (sin sal ni aceite).
  • Algunas verduras cocidas (muy poquito):
    • Zanahoria (tiene betacaroteno, bueno para su vista).
    • Calabaza o boniato (tienen fibra y ayudan a la digestión).
    • Guisantes, brócoli (un poquito, que a algunos les dan gases).
    • Calabacín (tiene agua y minerales).
  • Algunas frutas (muy poquito, sin pepitas ni corazón):
    • Melón o sandía (les refresca y tiene mucha agua).
    • Manzana (sin las pepitas, que tienen un poquito de cianuro).
    • Arándanos (tienen antioxidantes).
    • Plátano (un trocito muy pequeño, que tiene mucho azúcar y potasio).

Los gatos no notan el sabor dulce como nosotros, así que no les tiran las frutas por eso.

Últimos Consejos y Errores Típicos a Evitar

Para ir terminando, te dejo unos truquitos que he aprendido con los años y algunos fallos comunes que es mejor no cometer:

  • Ojo con que no engorden: La obesidad es un problema muy común. Controla las raciones y anímale a moverse y jugar.
  • Los cambios de comida, despacito: Si le cambias la comida, hazlo poco a poco, mezclando la nueva con la vieja durante una semana o así. Así evitas problemas de tripa.
  • Mi gato es un «tiquismiquis»: A veces, si un gato se pone muy selecto con la comida, puede ser que esté aburrido. Prueba a cambiarle el sabor o la textura (siempre cosas seguras, claro). Un truco que a mí me funciona es calentar un poquito la comida húmeda, ¡les suele atraer más el olor! Pero si de repente deja de comer, llévalo al veterinario, podría ser síntoma de algo.
  • No pienses que ellos saben lo que les conviene: Los gatos son curiosos y pueden probar cosas peligrosas. Es tu trabajo protegerlos.
  • Tu veterinario, tu mejor consejero: Siempre es la persona ideal para hablar de la comida de tu gato, sobre todo si tiene alguna enfermedad, alergia o es sensible a algo.

Conclusión: Amor en Cada Bocado

Al final, saber qué comen los gatos y preocuparte por darles lo mejor es una de las formas más bonitas de demostrarles cuánto los quieres. Con una buena alimentación, adaptada a lo que son (¡pequeños carnívoros!), les estás regalando salud, energía y muchos años de ronroneos y compañía.

Recuerda que cada gato es un mundo. Obsérvalo, infórmate y no tengas miedo de preguntar. Verás qué contento y saludable está tu amigo peludo.

Y tú, ¿qué le das de comer a tu gato? ¿Algún truco o duda que quieras compartir? ¡Anímate y déjame un comentario!

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